miércoles, septiembre 29, 2004

EN UNA NOCHE: DOS SUEÑOS

PRIMERO

Planeación y Costos III (Curso Impartido por la Lic. Laura Mendiola Lara)
Una sola caricia, de principio a fin, sin retorno... y al final encontrar un profundo paraíso. (Pero con nuestros corazones al revés.)
Empezar en sus tobillos, subir por sus piernas, continuar en línea recta por su vientre, rodear su cuello y terminar en su boca. Darle la oportunidad a los dedos novatos (meñique, anular) para desabrochar su blusa y quitarte las medias, y así, caminar con las pestañas desnudas por toda su piel. El camino más largo es por detrás de sus muslos y lo tomo porque no me importa cansarme de ella, pero eso si, al llegar a su cadera respirar lento y profundo, tomar fuerzas, levantar la mirada y descubrir: ¿una aceituna? o... ¿una fresa? No importa, siempre y cuando esté dentro de su ombligo. Morder el hallazgo, humedecer los labios y hacerle cosquillas con risas implícitas (como esas cosquillas que hacen las catarinas coloradas al pasearlas por las manos).
Memorizar su costado izquierdo y derecho, ubicar lunares al bordo del encaje. ¿Likra o satín? ¡Algodón! No, mejor satín. Rosas negras de satín alrededor de su cintura.
Sentir el aumento gradual de las temperaturas y dejar que se mueran de la envidia las puntas de sus senos cuando mi nariz termine de coquetear con su lengua.
-...el control interno por objetivos y ciclos de transacciones además el muestreo estadístico en la auditoria interna, por ejemplo... Purata, díganos el costo promedio...
Envueltos en magia compartiendo gotas delgadas de miel, girando todo en sa...
-¿Purata?
-Dígame Licenciada
-...el costo promedio calculado
- Este... es... el...
-Purata, la clase continuará cuando nos haga el favor de retirarse del salón. Gracias.



SEGUNDO


Diciembre
Caña, tejocote, mandarina, cacahuate, posadas y pastorelas, diablos disfrazados de diablos, ángeles en escena, pastores descarriados, ovejas. Flores plásticas de colores. Cantos y rosarios. Muchos primos pocos tíos. Mucho amor poco espacio. Velas chiquitas escurriendo entre los dedos. Luces de bengala.
Afuera en la calle la piñata espera, a un lado don Carlos, el policía, que por ningún motivo quita su mano derecha del revólver. Todos nos preguntamos que hace don Carlos a un lado de nuestra estrella. ¿Por qué la cuida? ¿Está arrestada? ¿De qué se le acusa? ¿Qué delito cometió? ¿Y su declaración? ¡Sus abogados! ¿Tiene testigos? ¿Será inocente o culpable? ¿Sabe sus derechos?
Sobre su espalda y alrededor de su cuello se puede ver el lazo listo para ser estirado, pero... ¿el nudo? ¿Quién lo hizo?
Maldito traidor. Siempre tiene que haber un mal nacido en la familia. ¿ Y si el desgraciado no sabe coordinar sus manos..? ¿Si no tiene técnica en la hechura de nudos? Porque si está mal hecho, caerá al piso fracturada con sus huesos expuestos, mutilada, y la carne apenas podrá ser sostenida por su piel. Con los órganos esparcidos entre vísceras estalladas, todo a la vista, pelo mojado de sangre, sangre tibia , sangre que sabe y huele. Sangre por todos lados.